Aunque Rabat es la capital de Marruecos, a menudo es pasada por alto por los viajeros. Sin embargo, para nosotras fue un auténtico descubrimiento que nos dejó maravilladas. Por eso queremos contarte todo lo que ver en Rabat en 2 días.

Decidimos hacer una pequeña escapada y uno de los destinos que nos causaban mayor curiosidad era Rabat, ciudad declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco y además, una de las cuatro ciudades imperiales de Marruecos.

Nuestro viaje fue de viernes a domingo e hicimos una mini excursión a Casablanca de medio día, que también os contaré más sobre ella en este post. Pasar entre dos y tres días en Rabat me parece el tiempo ideal para explorar y disfrutar de todo lo que la ciudad tiene para ofrecer.

Todo lo que ver en rabat en un fin de semana

Cómo ir desde el aeropuerto hasta el centro de Rabat

Una de las cosas que nos gustó de Rabat es la cercanía del aeropuerto a la ciudad a tan solo 11 kms del centro.

Existe un bus que tiene una frecuencia de 60 minutos que realiza viajes durante todo el día. El precio son unos 25 MAD (2,8€)  y en apenas 15 minutos estás en el centro de la ciudad. Además, la primera y única parada se encuentra enfrente de la estación central, Gare de Rabat Ville. Por lo que si vas a continuar tu viaje a otra ciudad cercana es ideal. El punto negativo es que los horarios son bastantes irregulares y quizá te toque esperar 10/15 minutos más de la hora establecida.

Otra opción si quieres dirigirte directamente hasta tu hotel o Riad, es el taxi. El precio es cerrado y son unos 200 MAD (18€), puedes acordarlo directamente con el alojamiento ya que el precio será igual y te aseguras tener a alguien esperándote en el aeropuerto.

TraberTip : Para tener datos móviles durante todo el viaje, nosotros reservamos con Civitatis esta opción de 7 días, bastante económica si se va a estar un fin de semana en el país.

¿Dónde dormir en Rabat?

Rabat es una ciudad pequeña, muy cómoda de caminar sin necesidad de usar transporte público. La mayoría de los hoteles están bastante céntricos. Para nosotros, la mejor experiencia es alojarte en un Riad, es más autentico y además suelen incluir desayunos tradicionales muy buenos.

😴  Alojamiento:  Nuestra estancia fue en el Riad el Bir, en el centro de la Medina, pero en una calle muy tranquila. El desayuno esta incluido y estaba espectacular. El precio ronda los 50€ por habitación doble. Totalmente recomendado.

Qué ver en Rabat en 2 días

Día 1: La Medina y sus alrededores.

La Medina de Rabat

Como no podía faltar en las ciudades históricas de Marruecos, Rabat también cuenta con una medina llena de pequeñas tiendas con productos de todo tipo y Riads en donde alojarse, como hicimos nosotras. Es pequeña pero mucho menos bulliciosa que otras ciudades del país, lo que le hace menos agobiante y te permite dar un agradable paseo sin que te paren todo el rato para que compres en los diferentes puestos.

Kasbah de los Udaya (Oudaïas)

Esta zona de la ciudad es probablemente una de las más bonitas y fotografiadas. Es una antigua zona de la medina fortificada que data del siglo XII. Si has estado en otras ciudad de Marruecos como Fez o Marrakech, te darás cuenta de que esta es mucho más tranquila y pasear por su calles laberínticas es mucho más relajado. A nosotros nos gustó mucho, sobre todo las vistas al mar dejando atrás la ciudad.

la kasbah de los udaya, toda una experiencia

Por supuesto aquí no os podéis perder la tetería más popular de la ciudad, seguramente por sus espectaculares vistas. Se llama Café Mauré y aunque el precio del té para la ciudad es un poco caro (1€), creedme que es un lugar precioso.

Teteria de Rabat

Jardín Andalusí

En la misma Kasbah se encuentra este precioso oasis verde. Es pequeño, pero tiene su encanto con sus coloridas plantas y es un buen sitio para descansar unos minutos en uno de sus bancos. La entrada es gratuita.

Avenida Mohamed V

Es la avenida principal de la ciudad nueva construida por los franceses en 1912. Esta calle te lleva desde la Medina a la Torre de Hassam y durante el paseo podrás ver el Parlamento con su característica fachada roja, la estación de tren o la oficina principal de correos. Seguramente pases varias veces durante tu estancia en la ciudad y cada vez descubrirás nuevos edificios que te llamarán la atención.

Palacio Real

Aunque no es nada del otro mundo, si te encuentras por la zona es interesante hacer una pequeña parada. En este palacio es donde el rey de Marruecos reside la mayoría del año.

Día 2:  Excursión a Casablanca y La Corniche

Excursión a Casablanca

Para ir a Casablanca se puede hacer a través de una excursión organizada o por libre tomando el tren o el bus. Nosotras nos decantamos por la segunda opción. Salimos temprano y nos dirigimos a la estación de trenes «Gare de Ville», la más céntrica, y cogimos uno de los trenes que iba hacia Casablanca. Los tickets los habíamos reservado previamente en la web oficial y nos costaron 14€ ida y vuelta.

Una vez en Casablanca, fuimos hacia su mayor atractivo la Mezquita de Hassan II. Nos dirigimos directas allí ya que solo se realizan visitas guiadas y si no lo reservas con antelación  pueden agotarse los grupos. Aquí se puede comprar el ticket para asegurarte la visita guiada en español. 

Visitar la mezquita de Casablanca es toda una experiencia

Aunque el día no acompañaba, la mezquita nos dejó con la boca abierta. Es impresionante como mezcla detalles antiguos y modernos. Recomendada totalmente.

El resto del tiempo que teníamos en la ciudad lo dedicamos a recorrer la Medina y algunas otras zonas de la ciudad moderna. En este post os contamos más sobre Casablanca.

La Corniche

A lo largo de La Corniche (más de 18kms), no encontrarás más que un par de restaurantes de marisco, algo caros comparados con los precios de la ciudad pero merece la pena darse una vuelta por la zona. Sobre todo, porque, al menos cuando fuimos nosotras, tan solo había algunos pescadores y cero turistas. Tendrás unas vistas espectaculares del atlántico.

Paseo marítimo de Rabat

Cementerio de los Mártires

Además, durante este paseo podrás observar el cementerio Al Shouhada conocido como el cementerio de los mártires, que a nosotras nos impresionó por su inmensidad y situación frente al mar.

Torre de Hassam

El gran icono de Rabat. En algún momento esta torre formó parte de la Mezquita Hassan que se proyectó como la segunda mezquita más grande del mundo islámico. Lamentablemente, solo queda en pie la torre y las columnas de lo que hubiera sido este lugar. Aunque ya no se puede entrar a la torre, se puede pasear por el lugar que tiene un horario de 9:00am a 18:00pm. A demás allí se encuentra el Mausoleo de Mohammed V, otra joya de la ciudad.

 torre de hassam en rabat

Mausoleo de Mohammed V

Justo enfrente de la torre se encuentra el mausoleo, donde descansan los resto de Mohammed V junto con sus dos hijos. Por fuera ya es espectacular, con su revestimiento de mármol blanco, pero por dentro te impresionará aún más con sus azulejos estampados y el artesonado de madera decorado con hojas de oro.

La entrada es gratuita pero hay que cubrirse los hombros y las piernas.

¿Dónde comer en Rabat?

Puestos callejeros

Si no quieres perder mucho tiempo durante tu visita a Rabat, estos lugares son muy buena opción. Se encuentran repartidos por toda la ciudad, pero en La Medina encontrarás un montón. Uno de los platos más famosos es el «taco» nada que ver con los mexicanos, es como un burrito pero con un relleno más similar al de un kebab.
También los puestos de café y zumos naturales, pueden servirte de postre para terminar por todo lo alto este menú «take-away».

Dar Naji

Seguro que te aparece recomendado en todos los lados ya que es uno de los restaurantes más famosos y turísticos de la ciudad. Aún así nosotras decidimos darle una oportunidad, y la verdad es que calidad-precio está bastante bien. Además, el lugar es bonito con una gran terraza.

Yamal Acham

Pero sin duda nuestro favorito fue este restaurante marroquí-libanés. En este lugar casi solo encontramos locales y era aún más barato que el anterior que os comentábamos. Cenamos muy bien por menos de 14€ las dos. Si te decides a visitarlo tienes que pedir su zumo de limón y menta, buenísimo y refrescante.

Eso sí, evitad las horas punta porque a nosotras nos tocó esperar unos 15-20 mins para conseguir una mesa.

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