Caminando por las pequeñas calles del casco antiguo de Bujará tienes la sensación de que el tiempo se paró hace siglos y nada ha cambiado. El turismo está ahí, pero es fácil olvidarlo cuando recorres las estrechas callejuelas de los barrios antiguos. Son las ruinas de mezquitas y madrazas en cada esquina las que revelan la verdadera edad de Bujará.

No todos los edificios históricos antiguos están bien mantenidos en comparación con las decoraciones lujosas y bien restauradas de Jiva y Samarcanda, lo que le hace tener un encanto especial. Bujará es una de esas ciudades que te sorprende, y termina por enamorarte.

Día 1: Qué ver en los alrededores de Bujará

El primer día llegamos a Bujará sobre las 11am tras viajar desde Samarcanda en el tren de alta velocidad. Como teníamos que coger un coche sí o sí para llegar al centro de la ciudad donde se encontraba nuestro hotel, decidimos ver las atracciones que se encontraban fuera del casco histórico, para al día siguiente dedicarnos a patear el resto.

Mausoleo del Jeque Bahauddin Nakshbandi

A 12 kilómetros de Bujará se encuentra este lugar dedicado al santo Bahouddin Naqshbandi (siglo XVI), el famoso filósofo y sufí de Oriente. Este complejo conmemorativo es un santuario musulmán, que se ha convertido en un importante lugar de peregrinación.

Nada más ingresar al complejo por la entrada principal este, te encuentras una mezquita Juma (viernes). Frente a ella, hay un minarete precariamente inclinado. Dos mezquitas más rodean la tumba de Bakhautdin en el patio de la izquierda.

La tumba mide 2 m de alto y está protegida por un talismán con crin de caballo que cuelga de un poste. La tradición dice que hay que completar tres vueltas a la tumba en sentido antihorario. En el patio principal, también lo veréis hacer alrededor de un árbol que nació del golpe del bastón de Bakhautdin.

Mausoleo de Bujará

Otra leyenda cuenta que Bakhautdin añadió dos gotas de agua bendita de la Meca a un pozo. Los grifos cercanos al minarete continúan abasteciendo de agua de este pozo a los peregrinos, que se salpican la cara con ella e incluso llevan jarras para llenarlas y llevárselas a casa.

Lo que más nos impresionó es el ambiente que se crea allí con los peregrinos  y lo importante que es para ellos ese lugar, tomándose todas las tradiciones muy en serio.

Precio: Entramos gratis debido a un error, pero cuesta alrededor de 2€.

Horario: 8am a 19pm.

La residencia de verano Sitorai Moji-Josa

Se encuentra a unos 4 kms de Bujará. Da una idea de la vida de la corte en una época en que la influencia del emir de Bujará estaba disminuyendo y la Unión Soviética estaba a punto de tomar el control. Algunas de las decoraciones de las habitaciones son muy coloridas con influencias de la arquitectura rusa.

Es uno de los pocos palacios que quedan en pie en el país, por lo que os aconsejo visitarlo si o si. Allí puedes recorrer distintas estancias, algunas con pequeñas exposiciones de la ropa y los objetos que se usaban en la época. Los jardines también son bonitos. Es un lugar bastante grande, en el que nosotras estuvimos casi 3 horas.

Precio: 22.000 soms (1,70€) y si quieres usar cámara de fotos hay que pagar 5.000 soms más. Si haces fotos con el móvil nadie te dice nada y no hace falta pagar.

Horario: 9am a 19pm.

Chor Minor

Por último, ya acercándonos a nuestro hotel visitamos esta madraza. Chor Minor es un lugar un  poco misterioso, aún no se sabe con exactitud para qué se usó este edificio y por qué su arquitectura es bastante única. Seguro que no era una mezquita, aunque las torres parecen minaretes. La gente cree que fue la entrada a una madraza que ya no está y que las torres se utilizaron para almacenamiento. Además la arquitectura parece mucho más antigua de lo que es realmente, construido a principios del siglo XIX.

Se encuentra algo alejado del centro, por lo que si lo visitáis desde allí, la mejor opción es coger un taxi que os costará menos de 1€. Aunque en 10 minutos ya la has visitado, merece la pena ir hasta allí, ya que es algo diferente.

Precio: El interior es gratuito pero se puede subir al tejado pagando 5.000 soms (0,40 cents)

Horario: 9am a 19am.

Tras visitar estos tres lugares, llegamos a nuestro hotel y pasamos lo que quedaba de día por los alrededores. Estaba situado en todo el centro de la ciudad, en una bocacalle de la plaza Lyabi – Hauz. El ambiente, lleno de locales celebrando cenas familiares era encantador. Allí nos hicimos un tatuaje de henna en un pequeño puesto, y luego decidimos cenar en uno de los restaurantes que rodeaba el estanque. Cena totalmente occidental, pizzas y un batido de chocolate.

Plaza Bujará

Día 2: Qué ver en el centro de Bujará

Este día le dedicamos entero a recorrer a pie la ciudad de Bujará. Nosotras hicimos el recorrido en el orden que se ve en el mapa (desde la A que es el hotel hasta la F). Aunque el recorrido no fue lineal y dimos alguna que otra vuelta, fue por una buena razón: ver Po-I-Kalon a última hora con la caída del sol.

Plaza de Ulughbek

El nombre a estas alturas probablemente ya te sea familiar, fue el creador del importante observatorio en Samarcanda. También, construyó dos madrazas, una de ellas la que se encuentra en esta plaza. Enfrente de ella, se puede ver la madraza Abdulaziz Khan que data del año 1652.

Ambas son bastantes bonitas por fuera. Si tenéis tiempo podéis entrar a su interior aunque encontrareis tiendas de souvenirs, en el patio central no suele haber mucha gente, y podréis tomaros fotos sin turistas.

Mezquita Bolo Hauz

Esta situada delante de un pequeño estanque y con una hermosa fachada sostenida por numerosos pilares de madera tallada, que son los que le dan ese toque diferente y especial. Esta mezquita seguro os pilla de paso en algún momento, así que es un buen sitio para parar unos minutos y observar sus techos y paredes de cerca. Se puede entrar aunque no durante las horas de rezo, ya que sigue en uso.

Precio: Gratuita

Horario: 8am a 8pm, exceptuando horas de rezo.

Mausoleo de Ismail Samani

El mausoleo es el más antiguo de toda Asia Central. También es único porque combina elementos zoroástricos con elementos islámicos. En el interior se encuentran los restos de Ismail Samani quien gobernó Bujara en el siglo IX. Alrededor esta el parque Samonid, donde hay un pequeño parque de atracciones muy retro. No se si fue por el día que fuimos nosotros, pero todo estaba bastante vacío y el parque parecía casi abandonado. Merece la pena ir hasta allí y pasear por la zona.

Ciudadela Ark

El Arca de Bujará estaba destinada a mantener a salvo a los gobernantes de dicha ciudad. En el interior hay varios museos donde se cuenta su historia. Aunque habíamos leído que no merecía la pena entrar, por el precio decidimos pasar y debo decir que si que nos gustó y terminamos un buen rato allí dentro.

En el patio central de la muralla, tenían un trono donde se podía coger ropa y vestirte como un antiguo gobernador. Solo por eso, mereció la pena pagar la entrada. Además como había muy poca gente casi no tuvimos que esperar para la foto.

Palacio en Bujará

Precio: 15.000 soms (1, 20€)

Horario: 8am – 8pm

Plaza Po-I-Kalon

Sin duda este es el lugar que más nos gustó de Bujará. Es un complejo donde se encuentra el famoso minarete Kalyan del siglo XII, una mezquita y la madraza aún activa.

El minarete es uno de los monumentos más antiguos de Asia Central, y cuando te acercas te das cuenta de lo espectacular que es. Cuando estuvimos nosotras no se podía subir, no se si preguntando quizás alguien te abra las puertas a cambio de unos pocos soms.

La residencia de verano del Emir de Bujara

 

A la madraza, tampoco se puede entrar ya que esta en funcionamiento, y había estudiantes en ella. Además en ese momento estaban grabando una película, y no pudimos acercarnos. Así que al único sitio que entramos fue a la mezquita. Llegamos a última hora cuando estaban a punto de cerrar, y tras hablar con los de la entrada nos dejaron quedarnos un poco más. Imaginad ese lugar con capacidad para más de 10000 personas, y nosotras pudiendo disfrutarlo a solas. Un privilegio.

Precio de la mezquita Kalon: 12.000 soms (1€)

Horario mezquita Kalon: 8am a 8pm

Bazares

Por supuesto no debéis dejar de pasear por sus bazares cubiertos por cúpulas donde hace siglos se vendían las especias y seda de la Ruta de la Seda, hoy esta lleno de  lugares donde llevarte un bonito recuerdo hecho a mano.

Bazares de Bujará donde llevarse un souvenir

Los encontraréis repartidos por toda el centro de la ciudad amurallada. Nosotras los que recorrimos más veces son los que estaban al lado de la plaza Lyabi-Huz, donde se encontraba nuestro hotel.

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