Qué ver en Jiva: Cómo llegar y viaje al desierto

Khiva (o Jiva en español) es una de las ciudades más antiguas de Uzbekistán, fundada hace más de 2500 años. También es la única ciudad en cuyo territorio hay una verdadera fortaleza medieval: Ichan Kala. En 1990, la ciudad fue incluida en la lista de Patrimonio Mundial de la UNESCO.

Nosotras pasamos 2 días y medio en la ciudad. El primer día lo dedicamos a pasear y disfrutar de los últimos rayos de luz por la ciudad. El segundo día, ya con las pilas cargadas, recorrimos el corazón de Ichan Kala, la zona amurallada de Jiva. El último día hicimos una excursión a las fortalezas del desierto, una de las maravillas de Uzbekistán.

Cómo llegar a Jiva

Alejada de todo, Jiva siempre fue considerada el oasis de Uzbekistán, a bastante distancia de las principales ciudades del país. Lo más típico es visitar Jiva desde Bujará, haciendo el viaje en coche o tren (ahora que hay linea directa). Si vuestra idea, es llegar desde otras ciudades, también os mostramos las mejores opciones.

Desde Bujará

Nuestro viaje fue en coche, y las casi 7 horas de trayecto son una paliza, pero tengo una buena noticia. En 2018 se inauguró una estación de tren en Jiva y desde 2019 se estableció una línea directa entre Bujará y Jiva. Antes, la única forma de viajar de en tren era llegar a Urgench y luego ir en taxi  desde la estación de tren hasta Jiva, unos 37kms.  Desde la inauguración del tren directo, viajar entre estas ciudades se ha vuelto más cómodo.

En tren

El único inconveniente de elegir este medio de transporte, es que solo opera 3 días: Los lunes, jueves y sábados, por lo que tiene que encajar con vuestro viaje. La duración del viaje es similar a la del coche. El precio de los asientos más económicos es de 93.000 Som (7,50€).

Como solo hay 3 trenes que salen cada semana, os recomiendo reservar los tickets con antelación. Se pueden comprar en las estaciones de tren de Uzbekistán, o utilizando el sitio web de Uzbekistan Railway. Aunque ahora hay una versión en inglés, también debe ingresar los nombres de las ciudades en cirílico.

En coche

Fue la opción en la que viajamos nosotras, ya que en 2018 era la más cómoda. A las 8am, empezamos nuestro trayecto en un coche privado. Nos costó unos 40€, por lo que no nos parecía muy caro.

La mayoría de los hoteles en Bujará ofrecen un taxi privado a Jiva por alrededor de 45€, que probablemente podréis regatear. Todos los conductores realizarán algunas paradas en el camino, para observar la inmensidad del desierto Kizil-Kum, que significa “las arenas rojas”. Nosotras  paramos en el Valle del río Amu Daria (antiguo Oxus), desde donde pudimos ver una extraordinaria panorámica del valle.

En el trayecto vimos más coches con turistas que locales, y cuando parábamos siempre había alguno. Por lo que, si queréis compartir coche para ahorrar dinero, será muy fácil encontrar acompañantes.

Desde Tanskent

La mejor opción para llegar a Jiva desde Thanskent es a través del avión. Para ello, tendréis que volar hasta Urgench, ya que Jiva no tiene aeropuerto, y desde allí en taxi hasta la ciudad. El precio de los vuelos suele estar sobre los 60€ si lo cogéis con antelación.

Nosotras, volamos desde Jiva a Tansket y el precio del avión fue de 54€ por persona. Fuimos en taxi hasta Urgench, que reservamos directamente en el hotel donde nos habíamos alojado.

También se puede ir en tren, pero el trayecto dura casi 16 horas, y no es recomendable.

Desde Samarcanda

Aunque no es una opción muy aconsejable, ya que Bujará se encuentra a medio camino, y es una parada obligatoria en cualquier ruta por Uzbekistan.  Se puede coger un avión directo o un tren hasta Urgench, este último tarda unas 10 horas.

Día 1: Qué ver en Jiva

Lo que podemos ver hoy en Jiva, se construyó principalmente en los siglos XVIII y XIX y fue restaurado por los soviéticos en los años setenta.

El casco antiguo es la joya de la corona, extremadamente pintoresco con estructuras de adobe cuidadosamente renovadas, laberintos de estrechas callejuelas y espectaculares mosaicos azules donde tienes la sensación de estar en un museo al aire libre. 

Si vuestra idea es visitar la mayoría de lugares dentro de la muralla, se necesita adquirir una entrada general en la puerta oeste, que os dará acceso a un total de 16 atracciones turísticas. El precio es de 100.000 soms (8€). 

Nosotras decidimos recorrer la ciudad con un guía en español que habíamos contratado con anterioridad. Sinceramente, os recomiendo si tenéis la posibilidad conocer la ciudad con un local, ya que os permitirá descubrir la historia de Jiva más profundamente.

Mausoleo de Pakhlavan Mahmoud

El mausoleo de Pahlavon Mahmud sigue siendo un lugar de culto activo. El sitio sagrado que se encuentra debajo de la cúpula turquesa que domina el horizonte de Khiva, alberga la tumba de Pahlavon Mahmoud, el santo patrón de Khiva.

No es muy grande, por lo que podréis visitarlo en poco tiempo. La cámara que alberga el mausoleo, así como las cámaras que rodean el patio, son lugares de culto y santuario para la gente del pueblo, por lo que suele estar bastante concurrido, rodeado de un silencio y respeto solo roto cuando el imán recita algunos versos del Corán.

Precio: No se incluye en el bono general. La entrada cuesta 6.000 soms ( 0,50€)

Kalta Minor

El lugar más icónico de Jiva, el enorme minarete inacabado cubierto de dibujos en azulejo. En 1852, Muhammad Amin Khan, quiso construir el minarete mas esplendido del mundo musulmán, para que se viera a cientos de kilómetros desde su rival, Bujará. Desgraciadamente fue asesinado antes de que se terminará, pero aún así se ha convertido en el símbolo de la ciudad.

Seguro que pasáis delante varias veces, así que aprovechad a fotografiarlo a distintas horas del días, ya que la luz cambia totalmente.

Madrasa Muhammad Amin-Khan

Amin Khan quería hacer todo a lo grande, y aunque no lo consiguió con el minarete, si lo hizo con esta madrasa, convirtiéndose en  la más grande de toda Asia Central. En el edificio  podían estudiar a la vez hasta 260 estudiantes. Otra cosa que llama la atención son las celdas con balcones.

Hoy en día es un hotel, así que si no os alojáis en él, podéis entrar y daros una vuelta o tomar algo en su restaurante.

Precio: Gratuito.

Horario: Es un hotel, por lo que se puede entrar durante todo el día.

Mezquita Djuma

Es uno de los lugares más originales y diferentes que vais a encontrar en Jiva. La cámara principal tiene más de 200 columnas, algunas datan del siglo X.  Suele ser un sitio muy concurrido, por lo que mi consejo, es que lo visitéis temprano.

Esta mezquita cuenta con un minarete al que es posible subir, aunque no sin dificultad. Las escaleras son bastantes empinadas, en un pasillo estrecho y con poca luz, pero merece la pena el esfuerzo, las vistas desde arriba son preciosas.

Precio: Incluido en la entrada general.

Horario: 9:00am a 18:00pm

Minarete Islam Khodja

Es el minarete más alto de Jiva y las vistas desde arriba te permiten ver toda la ciudad, eso sí, la subida no es apta para cualquiera. Las escaleras son estrechas y en verano el calor se condensa, haciendo el ascenso algo duro. Si no estáis muy convencidos de subir, no lo hagáis  ya que las vistas desde la Atalaya son mucho más espectaculares.

La madraza en su base alberga el Museo de Artes Aplicadas, nosotras  lo visitamos muy por encima, aunque si te gustan los objetos antiguos de la cultura árabe, vale la pena echarle un vistazo.

Precio: Incluido en la entrada general excepto el minarete. Subir cuesta 7.000 soms ( 0,60 cents).

Horario: 8:00am a 18:00pm.

Palacio Tash Khauli

El palacio fue la residencia de verano de los reyes en Jiva. Su nombre significa patio de piedra, porque no fue construido con las piedras de arcilla habituales, sino con ladrillos de piedra.

El patio central rodeado de pequeñas cámaras de azulejos y sujetas por columnas de madera cuidadosamente talladas, ya es motivo suficiente de visita a este lugar. También se pueden visitar otras estancias, como las habitaciones. Si no os toca un grupo de turistas muy grande, disfrutareis aún más perdiéndoos por sus pasillos y patios.

Precio: Incluido en la entrada general.

Horario: 8:00am a 18:00pm

Kuhna Ark y la Atalaya

La fortaleza de Kuhna fue la residencia del gobernante de Khiva. Es el lugar donde el gobernante guardaba su harén, establos personales y una mezquita privada. En el recinto también había un cuartel y una cárcel. En la mezquita se encuentra la sala del trono, donde  aún quedan algunos azulejos ornamentados, que no debéis perderos.

Y aquí llega una de las joyas de la corona: Ver el atardecer desde la Atalaya. Cómo es una de las actividades más populares, tratad de llegar lo más pronto posible para tener el sitio con las mejores vistas.

Precio: La entrada a Khunan Ark está incluida en el bono general, pero subir a la terraza cuesta 7.000 soms adicionales (0,60€).

Horario: 8:00am a 19:00pm, aunque depende del día es posible quedarse algo más en su terraza.

El resto del tiempo, os aconsejo perderos por sus calles y bazares. La ciudad es todo un museo al aire libre en el que hay que dejarse llevar.

Día 2: Excursión a las Fortalezas de Khorezm

Este día con un conductor privado, que habíamos contratado junto con el guía del día anterior, partimos temprano al desierto. Si no tenéis nada contratado con anterioridad, no os preocupéis porque seguro que vuestro hotel os ofrece alguna excursión al desierto y las fortalezas.

La mayoría de estas fortalezas, debido a la erosión, están casi desaparecidas y lo único que quedan son algunas ruinas, pero si tenéis tiempo, os recomendamos visitarlo. Eso sí, si vais en pleno verano, las temperaturas serán muy altas, así que evitad las horas centrales del día y cargaros con muchas botellas de agua.

El total de fortalezas que se suelen visitar (llamadas Kala) son entre 5 y 10. Nosotras visitamos las más importantes, ya que creímos que se nos iba a hacer repetitivo y cansado.

Toprak Kala

Toprak Kala no solo era una fortaleza, sino también el palacio de los reyes de Khorezm. Es una de las ruinas mejor conservadas y ha sido recientemente rehabilitada, para poder tener una mejor idea de la importancia que tuvo en el pasado. Debido a estos trabajos, hay que pagar una entrada para visitarlo. Aunque os parezca que solo es otro grupo de ruinas más, de verdad que merece la pena entrar y más por el precio, menos de 2 euros.

Kizil Kala

Muy cerca de Toprak se encuentra Kizil, por lo que fue nuestra segunda parada. Conocida también como la fortaleza roja, fue posiblemente una residencia fortificada de un aristócrata o alto funcionario. En las excavaciones se encontraros vasijas y cerámica, así que se cree que fue un lugar de bastante dinero. Existe una leyenda local que dice que el sótano está lleno de oro, pero que nadie puede recuperarlo, porque está protegido por un demonio serpiente.

 

Ayaz Kala

Esta es la más famosa y antigua. En realidad es una red de tres fortalezas construidas entre el siglo IV y II a. C. El fuerte más grande está en la cima de la colina. Aunque la  subida, sobre todo en pleno verano con el calor del desierto es algo dura, en la cima encontrareis unas hermosas vistas del desierto de Kyzyl Kum y algunas ruinas debajo.

Al lado de Ayaz Kala se encuentra un campamento de yurtas donde también se puede organizar un paseo en camello a través de ellos. Aunque no vayáis a alojaros allí, os aconsejo que os acerquéis, hay un columpio enorme gratuito muy divertido.