bercaladminFriburgo de Brisgovia situada al sur de Alemania, es una de las ciudades con más encanto de la Selva Negra. Es conocida por sus universidades y por la cantidad de horas de sol que tiene al año, que le ha hecho ganarse el apodo de la capital del sol alemana.
Nosotros aprovechamos para visitarla durante nuestro viaje a Basilea, ya que se encuentra muy cerca de la frontera suiza. Pasamos allí casi un día entero, ya que antes de llegar hicimos una parada en un Rodelbahn, unos toboganes que bajan por la montaña a gran velocidad.
¿Qué voy a encontrar en este post?
Qué ver en Friburgo
La catedral
Se encuentra en Münsterplatz, la plaza más icónica de la ciudad. Está construida en arenisca roja, como ocurre con los edificios más importantes de la zona, y cuenta con una de las campanas más antiguas de Alemania. Pero, sin duda, lo más espectacular son las más de 90 gárgolas situadas en una de sus puertas.
También se puede subir a la torre a través de una escalera con 300 escalones para observar la ciudad. Nosotros no subimos, pero dicen que las vistas merecen la pena si el día está despejado.
Puedes aprovechar el paseo por la plaza para degustar en alguno de sus puestos de salchichas la famosa “Lange Rote”, típica de la ciudad.
El Casco Antiguo
Es pequeño pero muy acogedor. Muy fácil de recorrer en un día y que te sobre tiempo para hacer alguna parada y probar la deliciosa comida alemana. A continuación te cuento los lugares más destacados de centro histórico.
Historisches Kaufhaus (El viejo almacén)
Situado en la misma plaza que la catedral, seguro que te llama la atención por su fachada rojiza y sus torres de azulejos azules. Fue uno de los pocos edificios que sobrevivió a la Segunda Guerra Mundial. Como su propio nombre indica, este edificio se utilizó para guardar mercancías.
La única posibilidad de acceder a su interior es asistiendo a alguno de los eventos que se celebran en él.
Rathausplatz
Si estás haciendo una ruta por Alemania, ya sabrás que esta plaza no puede ser otra que donde se sitúa el ayuntamiento (rathaus). Uno de los edificios más llamativos de este lugar es el viejo ayuntamiento o convertido en oficina de turismo, perfecto para hacerte con un mapa de la ciudad y comenzar tu ruta.
Las puertas de Friburgo
En la ciudad se conservan dos puertas del siglo XII que protegían a los ciudadanos del exterior, Schwabentor y Martinstor. Es fácil visitarlas mientras se camina por el casco antiguo de la ciudad, aunque la primera se conserva mejor, ya que en la segunda ahora hay un Mcdonalds.
Calle Gerberau
Entre las dos puertas de la ciudad, se encuentra esta calle famosa por su canal rodeado de casitas muy pintorescas y bares con unas terrazas perfectas para descansar y tomar un aperitivo.
Calle Konviktstrasse
Pero si hablamos de una calle con encanto en Friburgo, sin duda me quedo con Konviktstrasse. Llena de plantas colgantes y casas de colores, es una obligación pasear por ella.
Los canales (Bächle)
Aunque por el nombre se puede creer que son canales como los de Venecia, nada más lejos de la realidad. Estos son pequeños canales que se encuentran en varias calles de Friburgo y le dan un aire distinto a la ciudad. Te los cruzarás varias veces mientras recorres sus calles.
Fueron instalados en la Edad Media para abastecer de agua a la ciudad, y ahora son un buen método para refrescar la ciudad en verano. Puedes saltarlos, seguir el arroyo o hacer un barco de papel y lanzarlo para ver hasta dónde llega ( lo que hicimos nosotros 😉).
El monte Scholossberg
En el este de la ciudad se encuentra esta colina donde se pueden disfrutar de unas maravillosas vistas del casco antiguo de la ciudad. Subir al atardecer y disfrutar de una cerveza en la terraza de su chiringuito es uno de los mejores planes que se pueden hacer para acabar la visita a Friburgo.
Para llegar hasta allí, se puede tomar un funicular (3€) o subir andando por un sendero perfectamente señalizado, aunque os llevará algo más de tiempo.
Alrededores de Friburgo
Como ya he comentado, la ciudad se encuentra en Alemania muy cerca de las fronteras con Suiza y Francia, por lo que es fácil incluir su visita en una ruta por estos países.
Al estar rodeada de naturaleza, cuenta con diversos parques para hacer una ruta o disfrutar de un día haciendo actividades de aventura. Nosotros probamos uno de los toboganes de montaña (Rodelbhan) más largos de Alemania.
Rodelbhan de Todtnau
Este pueblo se encuentra a 30 kms de Friburgo. Para llegar hasta allí la mejor forma es hacerlo en coche. Sino hay una alternativa en bus (Línea 7215), pero el viaje se hace bastante más pesado. Nosotros aparcamos muy fácilmente en el pueblo, aunque todavía no era temporada alta.
Una vez allí, verás varias señales que te llevarán hasta el tobogán. Encontrarás una taquilla donde adquirir la entrada. Es un ticket combinado de telesilla (que te lleva hasta el inicio del tobogán) + bajada por el tobogán. El precio es de 11€ para adultos y 9,50€ para niños.
El recorrido de 3 kms es una pasada y realmente merece la pena hacer esta actividad. Yo ya había estado en uno en los montes Tatras, en Eslovaquia pero no fue tan espectacular como este.
Ten en cuenta que alcanza unas velocidades bastante altas, así que si tienes vértigo controla la velocidad con las palancas o disfruta solo del paseo en el telesillas. En invierno el tobogán está cerrado. Aquí os dejo el enlace a la web oficial para ver sus horarios.
Basilea
Una pequeña ciudad universitaria dividida por el Rhin y el epicentro internacional para el arte y la arquitectura, Basilea es la escapada urbana perfecta para los amantes del diseño.
Nosotros la incluimos en el mismo fin de semana que visitamos Friburgo, ya que es muy fácil de visitar en dos días, aunque si quieres deleitarte con sus museos quizás debas dedicarle algún día más.
Europa Park
Si viajas con niños, sin duda este plan les encantará. Es uno de los parques de atracciones más importantes de Europa con montañas rusas increíbles y zonas para los más pequeños muy bien tematizadas.
Colmar
Con sus casas de madera, encantadores canales y una excelente comida alsaciana se ha convertido en uno de los destinos más famosos del noroeste de Francia.
Nosotros lo visitamos en otro viaje de fin de semana junto con Estrasburgo, una ciudad de visita obligatoria en la Alsacia francesa.
Si estás haciendo una ruta por la Selva Negra, te recomiendo totalmente saltar la frontera y dedicarle al menos medio día a este pueblito conocido como el de La Bella y la Bestia.
