Basilea es la ciudad ideal para visitar con la llegada del buen tiempo, y eso es lo que hicimos nosotros. Aprovechamos un fin de semana de mayo para conocer este precioso lugar que se encuentra en la frontera entre Francia y Alemania.

Te contamos todo lo que ver en Basilea en 48 horas, y si solo dispones de un día, hemos seleccionado los lugares que no debes perderte.

Cómo llegar

Aunque Basilea tiene encanto suficiente, no suele ser un destino al que se viaje específicamente, sino que suele formar parte de otras rutas.

Si estás haciendo un viaje por la Selva Negra, la ciudad se encuentra a menos de una hora en coche de Friburgo, por lo que en un día podrás conocer también otro país.

Si estás visitando la Alsacia, desde Estrasburgo puedes llegar a Basilea en menos de una hora en coche.

Para llegar en avión desde España también es muy sencillo, ya que cuenta con el aeropuerto de Basilea-Mulhouse-Friburgo (El EuroAirport) que da cobertura a los tres países. De hecho, si vas a visitar Suiza, debes salir por la puerta de ese país, y lo mismo ocurre si quieres ir a Francia o Alemania. Cada puerta tiene sus propios controles.

Las conexiones en tren, tanto desde Francia como desde Alemania son muy buenas. Nosotros decidimos dejar el coche aparcado en la frontera con Alemania (los precios son mucho más bajos) y coger un tren desde allí a Basilea. En 20 minutos estábamos en el centro.

Imprescindibles en 1 día

Si solo dispones de 1 día, estos 5 lugares tienen que estar incluidos en tu itinerario si o si. Si los visitas tranquilamente, será suficiente para hacerte una idea de la ciudad en 24 horas.

El ayuntamiento

Uno de los iconos que verás nada más llegar a Basilea. Su colorida fachada en rojo y oro, seguro que te llama la atención. No te quedes solo con su fachada, entrar al patio es gratis y merece la pena.

Aprovecha para dar una vuelta por la Marktplatz, donde seguramente te encuentres algún mercadillo de productos tradicionales. Desde allí puedes empezar a recorrer el casco antiguo, con un ambiente tranquilo y muy bien conservado lleno de fuentes preciosas, donde en verano esta permitido el baño.

Puerta Spalentor

Desde la Marktplatz, puedes dirigirte a una de las tres torres que se conservan en la ciudad. La más famosa, la puerta Spalentor, data del siglo XV y formaba parte de la muralla de la ciudad. Servía principalmente para controlar el tráfico que llegaba desde la región de Alsacia en Francia.

Basler Münster

Para mi sin duda, el mayor atractivo de la ciudad. Con unas vistas espectaculares al Rin, te recomiendo que después aproveches para cruzar a la otra orilla en una pequeña embarcación de cuerda. El precio es de 1,50 francos suizos.

Su fachada, también de arenisca roja, a juego con el ayuntamiento, y sus dos torres de más de 60 metros te llamarán la atención nada más llegar. Puedes subir por 5 francos suizos, nosotros no lo hicimos porque las vistas desde el mirador ya eran espectaculares y gratis.

En el interior, encontrarás la tumba de Erasmo de Rotterdam, humanista e imagen de los programas de Erasmus que tantos jóvenes han disfrutado. Pero la mejor parte es su pequeño claustro y el mirador. Allí, es donde encontrarás unas escaleras para llegar al barco que te lleva a la zona nueva de la ciudad.

La ribera del Rin

El lugar donde se reúnen al atardecer tanto locales como turistas. Si cruzas desde la parte antigua, en su orilla encontrarás escalones llenos de gente charlando y disfrutando de unas cervezas.

Desde allí podrás observar el casco antiguo y la catedral, y si lo haces al atardecer, será más espectacular. En el paseo Oberer Rheinweg también encontrarás decenas de terrazas muy bien decoradas donde tomar algo, eso sí, prepara la cartera.

Fuente de Tinguely

Aunque como ya he mencionado, Basilea tiene muchas fuentes y muy bonitas (más de 300), esta sin duda tiene un encanto especial. Ubicada junto al teatro de Basilea, representa a las actrices y bailarinas con sus esculturas en constante movimiento. Diseñada por el escultor de nombre homónimo Jean Tinguely.

Nosotros fuimos un viernes y pudimos disfrutar de un concierto gratuito de las bandas sonoras de los grandes clásicos del cine. Fue precioso.

Ten en cuenta que se limpia los miércoles por la mañana, y por lo tanto estará apagada durante esas horas.

Otros lugares interesantes

Museos

Basilea ha sido declarada la capital cultural de Suiza, y una de las razones para llevarse este título son los más de 40 museos que alberga la ciudad. Por eso, si tienes tiempo suficiente te recomiendo que no te pierdas estos 3 museos.

Kunstmuseum o el Museo de Arte, uno de los museos más antiguos del mundo. En su interior cuenta con obras de Degas, Gauguin, Van Gogh, Renoir o Picasso, quién le tenía un cariño especial. El precio es de 16 francos suizos, pero si quieres ver las exposiciones especiales asciende hasta los 26 francos suizos. Tiene precios reducidos para jóvenes y el primer domingo del mes es gratuito.

Museo Tinguely, dedicado al artista suizo Jean Tinguely conocido por su arte cinético y su obsesión profesional con las máquinas, como vemos en la fuente del mismo nombre. Al ser muy interactivo, hace que pases un rato divertido, tanto los niños como los adultos.

Fundación Beyeler, aunque no se encuentra en el centro de la ciudad, merece una visita. Cuenta con la colección privada de Hildy y Ernst Beyeler que presentan al mundo algunos de los nombres más importantes en el mundo del arte moderno.

kleinbasel

Al igual que ha ocurrido en los últimos años en muchas ciudades europeas, barrios que antes eran considerados de segunda clase hoy se han convertido en un lugar popular donde pasear y disfrutar de sus bares, y eso es lo que le ha sucedido a Kleinbasel.

Qué ver en los alrededores de Basilea

Basilea se encuentra en la frontera de Alemania y Francia, por lo que una idea es programar una ruta por Alsacia o por la Selva Negra. Si solo dispones de un fin de semana, quizás es interesante acercarse a Friburgo o Estrasburgo, uno de los pueblos más bonitos de Francia.

También puedes optar por quedarte en Suiza, y visita Zúrich, una de las ciudades más bonitas (y caras) del país.